Según los datos de las operaciones de compra de 2021, los españoles han optado por la compra de viviendas en vez de por el alquiler. Las operaciones del año anterior recuperaron, e incluso superaron las cifras de compra del 2019, antes del estallido de la pandemia.
En 2022, se espera que la vivienda aumente de precio entre un 5% y un 6%, según datos de la Asociación Española de Análisis de Valor (AEV). Este encarecimiento está condicionado por la evolución de tres factores: la pandemia, la inflación y la escasez de suministros. Carles Solé, gerente de Formalización Hipotecaria de Tecnotramit, asegura que el mercado inmobiliario continuará al alza durante un tiempo, y que, siempre puede haber un frenazo, pero como mínimo el primer trimestre de 2022 apunta a que evolucionará de manera positiva.
Durante 2021 la demanda de domicilio se concentró en las principales ciudades españolas, así como en la costa mediterránea y en las islas, ya que son zonas donde se condensa la actividad económica, el empleo y el turismo. Para 2022 se espera que continúe esta tendencia, por eso, Solé apuesta por las ciudades que no son capitales de comunidad autónoma pero, aun así, tienen una actividad económica notable, como es el caso de Huelva, Lleida, Girona, Málaga o Vitoria. En estas ciudades la inversión es menor que en Madrid, Barcelona o Sevilla, pero la rentabilidad que se obtiene es mayor.
Una de las grandes preguntas para el 2022 es la evolución de la inflación. El Banco Central Europeo (BCE) no prevé una subida de los tipos de interés, por lo que se espera que las condiciones de financiación continuaran siendo favorables. Si los tipos de interés suben, el euríbor también lo hará y afectará a las hipotecas de tipo fijo. Aun así, el experto asegura que una subida no desequilibraría la situación de un día para el otro, ya que las hipotecas de tipo fijo y tipo variable seguirían teniendo intereses bajos.