Desde Tecnotramit llevamos tiempo avisando de que una de las medidas urgentes para facilitar el acceso a la vivienda por parte de la ciudadanía española es la menor fiscalización de este bien tan preciado, valioso y necesario para todos. Y es que, si el acceso a una vivienda digna es uno de los pilares fundamentales del estado del bienestar de nuestro país, la compra, venta, alquiler o mantenimiento de una vivienda debería poderse llevar a cabo con una menor tributación por el camino.
En este contexto, el Banco de España se suma a la opinión de Tecnotramit y en su Informe Anual ha destacado que el sistema tributario español presenta una mayor carga impositiva en los activos inmobiliarios, especialmente en lo que respecta a la vivienda, que el resto de las principales economías de la UE-27. Según el informe, los ingresos derivados de los impuestos sobre la propiedad representaron el 2,8% del PIB en 2022 en España, mientras que el promedio de la UE-27 fue del 1,4% del PIB y el de la zona euro fue del 1,6%.
Además, el estudio destaca que la estructura tributaria relacionada con el mercado inmobiliario en España se enfoca más en los impuestos vinculados a la producción y adquisición de viviendas y menos en la tributación recurrente sobre la propiedad inmobiliaria en sí (alrededor del 40% en España frente al 50% en promedio en la UE-27), a pesar de que España cuenta con un mayor número de viviendas por habitante.
En otras palabras, en España se gravan más los procesos de construcción y compra de viviendas que la posesión de múltiples propiedades. Para mejorar la eficiencia del sistema tributario y facilitar el acceso a la vivienda, el organismo sugiere aumentar los impuestos recurrentes sobre la propiedad inmobiliaria, como el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI). Sin embargo, este aumento debería ir acompañado de una reducción en otros impuestos relacionados con la adquisición o producción de viviendas, para evitar una carga tributaria excesiva sobre este activo.
En relación con este asunto, la máxima entidad de representación bancaria sugiere la posibilidad de disminuir la carga tributaria en el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales (ITP), particularmente para viviendas de segunda mano, así como en el IVA, específicamente para viviendas de nueva construcción. Esta reducción fiscal sería compensada mediante un aumento en impuestos como el IBI, que gravan la posesión de propiedades inmobiliarias.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que el Banco de España advierte que estas propuestas para reducir los impuestos relacionados con la producción y adquisición de viviendas deberían considerarse únicamente una vez se hayan mitigado las disparidades entre la oferta y la demanda en el mercado residencial. En caso contrario, una reducción significativa de impuestos podría derivar en un incremento en el precio final de las viviendas, favoreciendo a promotores y propietarios que estén vendiendo, pero a expensas de los recursos públicos.
En conclusión, se plantea la necesidad de valorar cuidadosamente las propuestas de reducción de impuestos en el sector inmobiliario, garantizando que no se generen desequilibrios en el mercado y que se protejan los intereses y recursos de la sociedad en su conjunto.