Uno de los grandes problemas que tiene el parque de la vivienda español es que está envejecido y es enérgicamente ineficiente. Este año, gracias a la partida de los fondos europeos que el Gobierno invertirá en la rehabilitación de viviendas, el número de hipotecas verdes crecerá.
Un 55% del parque de vivienda español fue construido en los años 80, y el 20% de las edificaciones tienen más de 50 años, por eso mismo, seis de cada diez edificios son anterior a la primera normativa española que establecía criterios mínimos de eficiencia energética. Aun así, Carles Solé, gerente de formalización hipotecaria en Tecnotramit, afirma que “es asumible alcanzar los niveles de eficiencia energética exigidos gracias a medidas de mediana inversión”.
En 2022 las hipotecas verdes contarán con mayores ventajas fiscales respecto a las hipotecas regulares. Las entidades financieras las tratan con especial consideración, rebajando el tipo de interés de 0,1 puntos y, en algunos casos, la comisión de apertura. Además, los niveles estándares de financiación se incrementan, superando el 80% habitual.
Este trato especial se debe, según Solé, “al soporte legal recibido por los fondos europeos y la normativa comunitaria y estatal, así como por el hecho de financiar un proyecto ya existente, garantizando una hipoteca con bajo índice de riesgo para la entidad bancaria”.
Las hipotecas verdes han cambiado con el tiempo, ya que anteriormente en España estaban diseñadas como un producto de financiación dedicado en exclusiva a la construcción de viviendas nuevas con la máxima calificación energética (A). Mientras que ahora, según el experto, el objetivo es “incrementar la eficiencia energética del 30% en edificios ya construidos, para que de esta manera, merecezcan el régimen de “hipoteca verde”.