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Dar en herencia una vivienda o donarla en vida: ¿qué es mejor?

1 Ago 2022 | Blog

Durante el año 2021 se llegaron a transmitir casi 200.000 viviendas a través de una herencia, un dato que es históricamente alto debido al repunte de la mortalidad provocado por la pandemia del coronavirus. También las donaciones registraron cifras inusualmente altas, pues consolidaron su tendencia alcista al experimentar un repunte de alrededor del 25% interanual respecto al 2020. Y es que durante el pasado año se superaron las 25.000 operaciones por donación de inmuebles residenciales en nuestro país. en este contexto de auge del cambio de manos de propiedades inmobiliarias surge una duda que muchos clientes de Tecnotramit pueden querer resolver si se da el caso: ¿qué es mejor la donación o la transmisión por herencia?

Una de las principales diferencias a la hora de distinguir entre una modalidad y otra es el tiempo. Y es que mientras que tras firmar la donación la transmisión de la propiedad puede realizarse en cualquier momento, la herencia requiere el fallecimiento de la persona que va a transmitir la propiedad inmobiliaria y la posterior apertura del testamento.

Por otra parte, ambas operaciones requieren del pago de sus impuestos correspondientes, regulados por la ley de Impuestos sobre Sucesiones y Donaciones. Dado que este gravamen está gestionado por las comunidades autónomas y entra dentro de la regulación autonómica que regula las exenciones y bonificaciones, en algunas regiones puede ser bastante más caro heredar o recibir una donación que en otras, así que para poder decidir por qué opción decantarse habrá que atender a la regulación de cada región. Otros factores como el valor de la herencia, el grado de parentesco o edad de los herederos pueden llegar a ser determinantes a la hora de recibir una vivienda o bien por herencia o bien por donación en vida.

En resumen, el coste de la herencia será diferente en función de la ciudad de residencia o las características del heredero y la tributación por la donación recibida (por parte del donatario) también dependerá de la comunidad en la que se resida. Además, en términos impositivos, la verdadera diferencia pasa por las desventajas fiscales de la donación, pues el bien inmueble deberá declararse como una ganancia patrimonial en el IRPF del donante.