El mercado hipotecario sigue muy atento a la evolución del Euribor como indicador de referencia de los tipos de interés para la mayoría de los contratos hipotecarios que se firman en España. Y es que el progresivo aumento del índice registrado durante el último año ha supuesto un antes y un después en las condiciones en las que se firman las hipotecas en nuestro país.
En este contexto, julio ha vuelto a traer “malas noticias” para los hipotecados y cerró el mes con una media superior al 1%. El séptimo mes del año se caracterizó por las fuertes subidas y bajadas experimentadas en sus valores diarios a la espera de la cuantía en la subida de tipos del Banco Central Europeo, que finalmente optó por subirlos 50 puntos básicos.
A efectos prácticos esto supondrá que quienes tengan una hipoteca de 180.000 euros a 25 años con un diferencial del 1% y revisión semestral pasará de pagar 640 euros mensuales a 766 euros cada mes. Esto son 126 euros más al mes, o sea más de 1.500 euros más al año. Y, peor lo tendrán quienes revisen su hipoteca en este mes de agosto, ya que probablemente la media mensual termine por encima del 1,2%.
Parece claro que el BCE volverá a subir los tipos de nuevo otros 50 puntos básicos en la próxima reunión del 8 de septiembre como parte de las políticas monetarias puestas en marcha por parte del organismo internacional para corregir la tendencia inflacionista de la economía. Por tanto, el Euribor seguirá con su tendencia alcista, aunque probablemente no tan pronunciada como la que se ha experimentado en las semanas.
Por su parte, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha advertido en su informe sobre el tipo de hipotecas que, de quererse contratar una hipoteca variable, el comprador debería tener en cuenta que se requiere un ahorro adicional, por si la subida del Euribor eleva en cuantía las cuotas, y evitar así problemas con los pagos.