El mercado del alquiler en España ha estado en el ojo del huracán durante meses a expensas de la aprobación de la nueva Ley de Vivienda. Ahora, después de un largo tiempo de negociaciones, el Ejecutivo de Pedro Sánchez parece haber dado con los apoyos necesarios para su puesta en marcha.
Vicenç Hernández Reche, CEO de Tecnotramit, analiza la nueva regulación e incide en que “a pesar de que el objetivo declarado de esta ley es mejorar el acceso a una vivienda digna para todos, las propuestas presentadas están realizadas a espaldas del sector y obviando las opiniones y sugerencias de los expertos y agentes de este”. “Cuando se legisla excluyendo el conocimiento del sector y las decisiones se toman en función del calendario electoral, la ideología termina primando sobre el sentido común, y es así como, en consecuencia, nos encontramos ante una Ley de Vivienda basada en el populismo”, lamenta el experto.
“La puesta en marcha de esta ley nos sitúa ante un peligroso escenario intervencionista que puede traer consigo graves consecuencias a largo plazo, que van más allá de la nula o escasa afectación en la tendencia alcista del precio de los alquileres. Si la ley no da los resultados prometidos, el Gobierno buscará culpar a terceros para seguir avanzando en una política intervencionista aún más agresiva”, alerta el economista.
Tal y como advierte el CEO de Tecnotramit, esto podría derivar en una obligación sobre los propietarios para alquilar a quienes ellos digan y bajo las condiciones que imponga el Estado, atentando directamente contra la propiedad privada y la libertad de mercado, y resultando en una sociedad más controlada y dependiente del Estado, con las repercusiones para el mercado inmobiliario y la economía en general que ello comporta.
En definitiva, Hernández Reche subraya que esta nueva legislación del Gobierno español “es una muestra más de cómo la ideología se impone a la razón y la evidencia empírica”. “Es una medida política que, lejos de solucionar los problemas del acceso a una vivienda digna, los agrava y los convierte en una carga económica y social aún mayor. La realidad es que este mercado necesita soluciones a largo plazo y políticas efectivas que ayuden a generar un parque residencial de alquiler asequible y sostenible, más allá del problema coyuntural que ha supuesto el aumento de la inflación”, concluye.