Esta semana tuvo lugar la VII edición de Tribuna Immoscòpia, uno de los encuentros de referencia en el sector inmobiliario organizado por la Asociación de Agentes Inmobiliarias de Catalunya (AIC) y el Colegio Oficial de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria (COAPI) de Barcelona.
Presente en dicho encuentro estuvo Vicenç Hernández Reche, CEO de Tecnotramit y presidente de la AIC, quien no solo moderó diversas mesas de debate sobre el futuro del sector en 2022, sino que estuvo a cargo del discurso inaugural del evento.
Vicenç Hernández reconoció que, si bien 2021 fue un año que se cerró “con mal sabor de boca” -en lo que al sector inmobiliario respecta- por la llegada de la variante ómicron y el regreso a los confinamientos, en términos generales “fue buen año tanto en número de operaciones como en la evolución de precios”.
“La conjunción de bajos tipos de interés y la incertidumbre generada por la crisis sanitaria lo que ha hecho es movilizar una cantidad de flujos de inversores muy importante a la actividad inmobiliaria. Esta situación de bajos tipos de interés no solo beneficia a un a una mayor tendencia o inclinación hacia el apalancamiento, si no que, juntamente con unas tasas de inflación elevadas, hacen que a día de hoy la inversión inmobiliaria guarde la mejor relación entre relatividad, volatibilidad moderada y tangibilidad, cualidad ésta muy apreciada en tiempos de incertidumbre”.
En lo que respecta a los aspectos negativos del año que acabamos de cerrar, el CEO de Tecnotramit lamentó que la clase política siga “tan alejada de la realidad pragmática y político-social”. El experto criticó la falta de diálogo con los expertos del sector y la mirada del Gobierno de aplicar “soluciones coyunturales” a “problemas estructurales”.
Hernández dedicó también una breve reflexión a la nueva Ley de Vivienda, la cual considera un reflejo del “distanciamiento de nuestros políticos con la realidad”.
“Tenemos prácticamente una Ley de Vivienda que hace caso omiso a la historia. Y, al contrario, lo que hace es impulsar, entre otras cosas, una política de control de precios que quiere esconder la incapacidad del sector público en su función social, derivando la responsabilidad al sector privado y tratando al propietario y al que quiere comprar un inmueble como el culpable de todos los males”, concluyó el CEO de Tecnotramit.